Uno de los dibujos que más interés suscita en el hogar es el dibujo de la familia. Con el dibujo de la familia el niño expresa su situación en el núcleo familiar, sus apegos y sus celos.
No es que con un simple dibujo podamos hacer un diagnóstico ¡cuidado con los adivinos!, pero sí que nos puede dar pistas sobre la situación del niño en un momento determinado de su vida. Pistas que luego deberán ser corroboradas con lo que ocurre en la realidad a través de otras herramientas.
ASPECTOS A TENER EN CUENTA EN UN DIBUJO INFANTIL
Al igual que el niño evoluciona en todos los aspectos, el dibujo también va presentando una evolución a medida que el niño madura motriz y emocionalmente.
- Hasta los tres años podríamos hablar de una etapa de garabateo, de la que escasa información podremos extraer.
- Entre los tres y los seis años, el niño comienza a manejar el lápiz, su trazado es más estable y consigue representar su realidad. Sin embargo, aún es normal que realice figuras humanas incompletas y estáticas.
- Entre los seis y los diez años, el niño es perfectamente diestro en el manejo del lápiz y los "errores" pueden ser interpretados realmente desde un sentido emocional.
- A partir de los diez años la madurez en el niño le permitirá realizar dibujos de gran calado, con gran realismo sobre sus emociones. Sin embargo, surge en esta etapa la verguenza a la hora de presentar a los demás algo creativo.
ELEMENTOS PARA INTERPRETAR EL DIBUJO DE LA FAMILIA
Fue el psicoterapeuta Luis Corman quien inició el estudio del dibujo de la familia. Otros lo han seguido, perfeccionando sus teorías.
En general, se estudian dos aspectos en el dibujo de la familia:
1. El plano gráfico.
No se trata de valorar la estética del dibujo, sino cuestiones relacionadas con el tamaño de los personajes, la forma del trazo, la presión y la situación en el plano del dibujo en su conjunto.
Se considera que el niño vive una situación equilibrada cuando el dibujo se realiza con un tamaño normalizado o grande, con un trazo continuo no cortado o continuamente borrado y vuelto a pintar, con una presión adecuada y situado en el centro de la hoja.
Normalmente el personaje que es dibujado más grande y con más detalles es el que considera más importante.
2. El plano del contenido.
Es importante que al pedirle que haga el dibujo, se le diga al niño que pinte "una familia" no "su familia", así se sentirá poco presionado y reflejará en el dibujo cómo se siente.
Es muy habitual, en niños que presentan celos de sus hermanos, que se dibuje sólo con sus padres. Cuando se le pregunta dónde está el hermano, es normal que responda que de paseo o dormido.
Suele ser también frecuente que el niño se sitúe entre ambos progenitores, representando esto para él la máxima seguridad. Aunque tampoco es raro que se sitúe cerca de uno de ellos, debiéndose averiguar si es con quién más tiempo pasa o con quién más tiempo desearía pasar.
Como detalles podemos destacar la ausencia del dibujo de las manos en alguno de los personajes cuando el niño ya sabe dibujar bien. Eso puede indicar falta de afectividad.
Así podríamos seguir con mil detalles más, detalles que nos muestran cómo el dibujo es un instrumento de comunicación más entre el niño y el mundo adulto.
Imagen cortesía de Roberto Cacho