martes, 30 de julio de 2013

Cómo interpretar el dibujo de la familia en un niño

Uno de los dibujos que más interés suscita en el hogar es el dibujo de la familia. Con el dibujo de la familia el niño expresa su situación en el núcleo familiar, sus apegos y sus celos.


No es que con un simple dibujo podamos hacer un diagnóstico ¡cuidado con los adivinos!, pero sí que nos puede dar pistas sobre la situación del niño en un momento determinado de su vida. Pistas que luego deberán ser corroboradas con lo que ocurre en la realidad a través de otras herramientas.

 

ASPECTOS A TENER EN CUENTA EN UN DIBUJO INFANTIL


Al igual que el niño evoluciona en todos los aspectos, el dibujo también va presentando una evolución a medida que el niño madura motriz y emocionalmente.

- Hasta los tres años podríamos hablar de una etapa de garabateo, de la que escasa información podremos extraer.

- Entre los tres y los seis años, el niño comienza a manejar el lápiz, su trazado es más estable y consigue representar su realidad. Sin embargo, aún es normal que realice figuras humanas incompletas y estáticas.

- Entre los seis y los diez años, el niño es perfectamente diestro en el manejo del lápiz y los "errores" pueden ser interpretados realmente desde un sentido emocional.

- A partir de los diez años la madurez en el niño le permitirá realizar dibujos de gran calado, con gran realismo sobre sus emociones. Sin embargo, surge en esta etapa la verguenza a la hora de presentar a los demás algo creativo.

 

ELEMENTOS PARA INTERPRETAR EL DIBUJO DE LA FAMILIA


Fue el psicoterapeuta  Luis Corman quien inició el estudio del dibujo de la familia. Otros lo han seguido, perfeccionando sus teorías.

En general, se estudian dos aspectos en el dibujo de la familia:

1. El plano gráfico.

No se trata de valorar la estética del dibujo, sino cuestiones relacionadas con el tamaño de los personajes, la forma del trazo, la presión y la situación en el plano del dibujo en su conjunto.

Se considera que el niño vive una situación equilibrada cuando el dibujo se realiza con un tamaño normalizado o grande, con un trazo continuo no cortado o continuamente borrado y vuelto a pintar, con una presión adecuada y situado en el centro de la hoja.

Normalmente el personaje que es dibujado más grande y con más detalles es el que considera más importante.

2. El plano del contenido.

Es importante que al pedirle que haga el dibujo, se le diga al niño que pinte "una familia" no "su familia", así se sentirá poco presionado y reflejará en el dibujo cómo se siente.

Es muy habitual, en niños que presentan celos de sus hermanos, que se dibuje sólo con sus padres. Cuando se le pregunta dónde está el hermano, es normal que responda que de paseo o dormido.

Suele ser también frecuente que el niño se sitúe entre ambos progenitores, representando esto para él la máxima seguridad. Aunque tampoco es raro que se sitúe cerca de uno de ellos, debiéndose averiguar si es con quién más tiempo pasa o con quién más tiempo desearía pasar.

Como detalles podemos destacar la ausencia del dibujo de las manos en alguno de los personajes cuando el niño ya sabe dibujar bien. Eso puede indicar falta de afectividad.

Así podríamos seguir con mil detalles más, detalles que nos muestran cómo el dibujo es un instrumento de comunicación más entre el niño y el mundo adulto.

Imagen cortesía de Roberto Cacho

Las emociones son como un péndulo

Las emociones son como un péndulo, cuanta más fuerza tenga hacia un lado, más fuerza tomará el impulso hacia el lado contrario.


Cuanto más extremista sean nuestros pensamientos y actitud, luego más fuerte será el impulso que dará en algún momento hacia el lado contrario.

Tanto en cosas positivas, como en cosas negativas. Por ejemplo, imaginemos que te pasa algo muy bueno. De repente un golpe de suerte entra en tu vida, te sale un trabajo que nunca habías imaginado, tu nivel económico sube como la espuma y puedes permitirte una vida mucho más satisfactoria.

Cualquiera se alegraría, lo celebraría, pero si se pasa al extremo de euforia, puede ser perjudicial. Aún siendo un suceso positivo, si no se mantienen los pies en la tierra, luego la caída en caso de que las cosas vayan mal, será más fuerte.

Un pensamiento equilibrado ante ese suceso podría ser: “soy afortunado por este golpe de suerte que me ha dado la vida, estoy contento y voy a disfrutar todo lo que pueda, pero siendo consciente que las cosas igual que vienen se pueden ir”.

El equilibrio es salud, ni todo es tan perfecto, ni todo es tan malo, siempre hay una cara y una cruz.

La caída al perder algo importante para ti, será equivalente a la euforia, ilusiones y entrega que le hayas puesto, si existen extremos, luego al perderlo, la tristeza también será extrema. 

Si te entregas demasiado a un amor, luego también sufrirás demasiado si termina. Entregarse demasiado, significa convertir a la persona amada en el centro de la vida, en lo más importante y dar lo máximo de uno mismo, pues luego al perderlo, la caída será tan fuerte, como para poder caer en una depresión.

¿Por qué se puede caer tanto? Porque cuando se tuvo lo que se quería, no se pudo medida y se cayó en el extremo de entregarse por completo. 

Las emociones son como un péndulo, cuando coge mucha fuerza hacia un lado, coge tal inclinación, que luego toma fuerte impulso hacia el lado opuesto.

Si anhelas algo fuertemente, hasta el punto de convertirte en un soñador empedernido, luego si no lo consigues, la frustración será inmensa. Siempre hay que mantener el equilibro, tanto en lo bueno, como en lo malo.

Ahora imaginemos el caso contrario. Nos pasa algo malo y exageramos las cosas en negativo. Si te excedes pensando que todo es horrible, que no hay solución ni esperanza ninguna, luego, si te pasa algo positivo puede sercontraproducente, porque te creará un gran fuerte impacto y estrés por la alegría desmedida.

Casi siempre, en cualquier situación negativa, hay alguna salida. La vida da muchas vueltas y nunca se sabe lo que puede pasar.

En la mente hay que poner una balanza equilibrada, en la que no se vuelque hacia el lado negativo, pero tampoco que se vaya por completo al lado positivo, mantén el equilibrio y tus emociones también serán equilibradas.

Cuando tus emociones no estén bien, acuérdate de que en tu cabeza hay una balanza.

Si te sientes mal es porque tu balanza está demasiado inclinada hacia los pensamientos negativos y extremistas. Si te sientes estresado y demasiado eufórico sin saber canalizar las cosas buenas, es porque tu balanza se está inclinando en exceso hacia el lado positivo y está bien ser optimista pero de una manera racional y no desmedida.

¿QUÉ PODEMOS HACER PARA QUE LAS EMOCIONES NO NOS DOMINEN?


No te identifiques con tus emociones: Ésta es una parte muy importante para no ser dominados por las emociones.

Una persona, a lo largo de su vida, experimentará de todo tipo de emociones, (miedo, alegría, tristeza, frustración, desánimo, infelicidad, rechazo, dolor, sufrimiento, arrepentimiento, vergüenza, euforia, felicidad, etc…)

Estas emociones son sólo eso, emociones que pueden ir cambiando con el paso de los días y la vivencia de diferentes acontecimientos. Pero tú no eres tus emocionesEllas no te dominarán si tú te mantienes en tu punto de observador racional.

Para que las emociones sean sanas y no caigan en extremos, debemos elevarnos a otro nivel superior, siendo observadores de las emociones pero sin entregarse a ellasAsí las sentirás, pero no te dominarán.

Desde tu postura de observador, aceptas todo lo que sientes, pero sabes que tú no eres tus emociones y que puedes dominarlas cambiando tus pensamientos y equilibrándolos.

Las emociones son como un péndulo. De grandes alegrías han dado infartos y de grandes penas, se ha ido debilitando el cuerpo hasta su enfermedad. 

Por ello, es importante aprender a mantenerse en un estado de observación de las emociones. Cuando eres quien analiza y observa, te pones en una posición menos vulnerable y las cosas afectan menos porque aceptas que la manera en la que te sientes es temporal, y no te juzgas por cómo te sientes, sino que, aceptas tusemociones, dejas que salgan y se expresen.

Como en un péndulo, si las emociones son la parte que se mueve de un lado hacia otro, tú debes situarte en el punto fijo del péndulo, que es la parte de arriba de todo, un lugar donde no estás metido en el mundo cambiante de las emociones, sino que ves cómo cambian pero tú estás en otro nivel superior desde donde podrás dominar mejor tus sentimientos y actuar de una manera racional.

Imágenes cortesía de José Esteban Mucientes Manso y Chableproductions

LOS COLORES INFLUYEN EN EL ESTADO DE ÁNIMO

Numerosos estudios revelan que los colores influyen en el estado de ánimo, sin embargo, no se ha podido demostrar científicamente que los colores sean un elemento clave que ayuden a la curación, por ello, terapias como la cromoterapia, es considerada como una terapia alternativa natural, ya que no cumple los requisitos para ser considerada una medicina fiable.


Lo que está claro, es que aunque los colores no sean el factor determinante para curar alguna dolencia, sí pueden cambiar nuestras emociones. Los colores influyen en el estado de ánimo, aunque sea en un pequeño tanto por ciento.

EL ROJO, NARANJA Y AMARILLO


Son colores excitantes, que activan y dan energía. Incitan a la actividad y dan ánimo. Indicados para las personas que se sienten decaídas, con tendencia al desánimo. Si queremos dar una sensación de optimismo, estaría bien llevarlos en invierno, ya que ópticamente dan calor y vivacidad.

A la hora de decorar las paredes de una habitación, estos colores que “encienden” y dan energía, podrían ponerse en lugares donde queramos ejercer actividad y nunca en sitios donde queramos aportar calma y relax.

EL VERDE, AZUL Y VIOLETA


Son colores sedantes que aportan tranquilidad. Incitan a la relajación. Tienen un efecto de sedación y paz para la mente. Son ideales para llevar en entrevistas de trabajo, ya que transmiten calma, sinceridad y responsabilidad.

El verde de la naturaleza, el azul profundo del cielo, el violeta elegante de las flores, todos ellos llevan el mensaje de curación emocional. Ideales para poner en las paredes de sitios donde queramos abandonarnos al relax.

EL BLANCO Y BEIGE


Son colores neutros y fríos. El símbolo claro de la pureza y simplicidad. Ideales para poner en sitios donde queramos una máxima concentración. No producen cambios emocionales y por ello el sitio ideal para pintar las paredes de blanco seria una habitación de estudio. Perfecto para llevar en verano por su efecto refrescante.

EL ROSA Y FUCSIA

El color rosa claro transmite bondad, inocencia y buenas intenciones, aunque también inconscientemente puede interpretarse como inmadurez. Ideal para llevar si necesitas que alguien confíe en ti para algo. En cuanto a las decoraciones, se suelen utilizar para la infancia, aunque todavía a muchas personas maduras les encanta y no por ello tiene que ser negativo, ya que este color simboliza elaltruismo, buen corazón y sensibilidad.

El color fucsia, que sería un rosa más fuerte y potente, se podría comparar a los colores que activan y dan energía, como el rojo, naranja y amarillo, de los que hablé en el inicio.

EL NEGRO Y GRIS


El color negro transmite tristeza y pesimismo, pero en la vestimenta aportaelegancia y seriedad. No sería recomendable llevar en verano ya que ópticamente nos da la sensación de calor y poca frescura.

El color gris también aporta tristeza, pesimismo y malas vibraciones. En la vestimenta tiene un significado de independencia, desconfianza, aburrimiento, desánimo, aunque también transmite respeto, profesionalidad y seriedad.

¿POR QUÉ ELEGIMOS UN COLOR U OTRO AL VESTIR?


Cuando nos vestimos, inconscientemente solemos hacerlo en función de las emociones que tengamos en ese momento. Si eres consciente de lo que aporta cada color, puedes dar un giro a tu estado de ánimo. Normalmente cuando alguien se levanta negativo, siente decaimiento y desánimo, tenderá a escoger colores apagados y pesimistas, en cambio, cuando nos levantamos contentos y de buen humor, sí escogemos colores alegres.

Si vas en contra de lo que harías de forma natural, puedes cambiar tu estado de ánimo. Para ello analiza qué emociones tienes y ponte acorde a cómo te gustaría estar, por ejemplo, te levantas un día y te analizas: “hoy me siento sin vitalidad, pero justamente por eso voy a darle color a mi vestimenta” y de repente te pones una camiseta roja y sonríes.

De esa manera tú mismo te incitas a la acción y a subir la moral. Aunque los colores no hagan milagros, ten por seguro que habrás contribuido a mejorar tus emociones usando el color que necesites en cada momento.
Si te levantas estresado y necesitas relajación, puedes optar por colores relajantes como el azul, verde o violeta.

También teniendo en cuenta dónde tienes que ir y qué impresión necesitas causar, ya que no es lo mismo salir en un ambiente amistoso, que ir a una reunión importante.Está demostrado que los colores influyen en el estado de ánimo y aunque no sea en un alto grado, cada grano de arena que juntes a tu favor mejorará tus emociones.

Fotografías cortesía de Carlos Lorenzo y Rinoninha

Educar en emociones

“Nos enseñaron desde niños cómo se forma un cuerpo, sus órganos, sus huesos, sus funciones, sus sitios, pero nunca supimos de qué estaba hecha el alma” Mario Benedetti.


Quizás no seamos conscientes de todo aquello que nuestras emociones iluminan y ensombrecen a lo largo de nuestra vida. Nadie nos dijo como manejarlas, como cambiarlas o aprenderlas, parece como si nos olvidáramos de ellas por el simple hecho de que no se vean. Pero, ¿acaso no son fundamentales en nuestro día a día?

¿POR QUÉ SON TAN IMPORTANTES LAS EMOCIONES?

Las emociones determinan nuestra relación con el mundo. Nuestra salud mental y bienestar personal se influyen mutuamente, dependiendo en gran medida de cómo nos relacionamos con el mundo, así de las emociones que se generan. Al nacer no tenemos desarrollados el pensamiento, ni el lenguaje, ni siquiera podemos planificar lo que hacemos, sin embargo, nuestras emociones nos permiten comunicarnos e identificar aquello que es bueno y malo para nosotros.

A través del llanto, la sonrisa o conductas rudimentarias nos vamos relacionando con el mundo y el resto de seres humanos. Así podemos afirmar, que nuestras emociones configuran nuestro paisaje físico, mental, anímico y social.

¿POR QUÉ ES IMPORTANTE EDUCAR EN EMOCIONES?

Las emociones nos aportan información sobre nuestra relación con el entorno. Experimentamos alegría o satisfacción cuando las cosas nos van bien, y tristeza o desesperanza, cuando sucede todo lo contrario, como que experimentemos pérdidas o amenazas.

Cada vez que experimentamos una emoción, podemos crear pensamientosacordes a esta, interviniendo además nuestro sistema nervioso como el preparador del organismo para la mejor respuesta. Las emociones son como un sistema de alarma que se activan cuando detectamos algún cambio en la situación que nos rodea; son recursos adaptativos que los seres humanos presentamos, y que dan prioridad a la información más relevante para cada uno, activando así diferentes procesos que nos permitirán dar una respuesta

En la infancia, experimentar emociones positivas con frecuencia, favorece el posible desarrollo de una personalidad optimista, confiada y extrovertida, sucediendo lo contrario con la vivencia de emociones negativas. Así una adecuada educación emocional, permitirá adquirir destrezas para el manejo de los estados emocionales, reducir las emociones negativas y aumentar en buena medida, las emociones positivas.

En este sentido, podemos mencionar por ejemplo, el saber resolver de manera asertiva los conflictos, encajar una frustración a corto plazo a cambio de una recompensa a largo plazo y manejar nuestros estados de ánimos para motivarnos.

BENEFICIOS DE LA EDUCACIÓN EMOCIONAL

Una buena educación emocional conlleva todo un proceso de aprendizaje en el que se va construyendo la visión del mundo, de nosotros mismos y cómo nos manejamos. Además cada experiencia que vivimos tiene un tono emocional, agradable o desagradable. Con un desarrollo adecuado de las emociones podremos: -Recuperarnos antes en el tiempo de la experimentación de emociones negativas.

Adoptar una actitud positiva ante la vida. -Ser más optimistas, pero no en exceso. -Saber expresar nuestros sentimientos. -Tener una autoestima realista. -Presentar capacidad de cooperación y una buena resolución de conflictos.

La depresión infantil consejos para ayudar a superarla

Cuando hablamos de depresión infantil hablamos de un trastorno que tiene los mismos criterios diagnóstico que en la edad adulta, aunque presenta sus rasgos específicos. No se trata por tanto de momentos en que nuestro hijo, por una u otra razón, está más triste o alterado, sino que se trata de un problema que adquiere una prolongación en el tiempo mayor de lo que sería habitual.


Podemos reconocer la depresión infantil atendiendo a estos criterios (del Barrio, 2000):

1. Alteraciones en la forma de ser y comportarse, estando presente la tristeza y la falta de disfrute de la vida: así, niños antes alegres, aparecen tristes, niños muy activos se muestran pasivos...

2. Cambio en funciones vitales: se pasa a dormir o en exceso o muy poco, y de forma irregular, se come o mucho más o mucho menos que habitualmente, aparecen muchas quejas de dolores corporales, está más cansado, cambia de peso en poco tiempo.

3. Cambio en las funciones mentales: se vuelve más olvidadizo, está muy desconcentrado, baja su rendimiento escolar.

Estos criterios se dan en su totalidad o en gran parte, manteniéndose durante un periodo de tiempo largo (más de seis meses).

Cuesta mucho a los padres detectar la depresión en sus hijos, es por ello que la información sobre ella es fundamental. No podemos olvidar que uno de los factores de riesgo de la depresión es el suicidio, y aunque felizmente tiene una prevalencia escasa en la depresión infantil, es un tema que hay que tener presente.

QUÉ HACER ANTE LA DEPRESIÓN INFANTIL



Desde el momento en que unos padres tengan la sospecha de que su hijo pueda estar teniendo este trastorno, lo primero es acudir a un especialista ya que es fundamental la realización de un diagnóstico exacto y el tratamiento precoz.

Bajo la supervisión del especialista, los padres podrán intervenir para potenciar el tratamiento y poner las bases para que el niño supere y destierre la depresión.

Las premisas de la intervención familiar están centradas en la canalización de todo lo positivo que hay en el niño, de manera que éste se vea reforzado y valorado. En esa línea, podrían trabajarse estos aspectos:

a) Armonía familiar: las buenas relaciones en la familia deben ser lo habitual, los desacuerdos deben tratarse adecuadamente, y nunca delante de los niños. Si queremos en el niño equilibrio emocional, la familia debe tener equilibrio emocional.

b) Control de emociones: ser capaz de enfrentar correctamente las situaciones que le causan malestar. Los padres pueden ayudarlo no dándole nada que pida llorando o gritando, acostumbrándolo a pedir perdón, contar hasta diez y otras herramientas relacionadas con las habilidades sociales.

c) Fomentar la autoestima: en muchos casos la depresión infantil viene dada por el descontento que el niño siente hacia sí mismo. Es fundamental trabajar su autoestima para que adquiera una imagen de sí mismo adecuada, animarlo a realizar alguna actividad en la que sea especialmente diestro, fomentar el elogio, evitar las críticas irónicas y las comparaciones.

d) Incremento de las habilidades sociales: Potenciar el contacto con otros niños es fundamental. Celebrar el cumpleaños, animarlo a asistir a fiestas, potenciar que realice algún ejercicio físico en equipo.

e) Enseñar a aguantar: saber resistir la frustración es esencial en un niño, tanto como en un adulto. Hay que ir graduando la consecución de los premios, de forma que no todo sea instantáneo; enseñarlo a esperar y ralentizar el momento de disfrutar de las cosas.

En suma, como adultos debemos ser conscientes de que la depresión infantil es una realidad y sentar las bases para prevenirla o, en el peor de los casos, paliarla.

Imagen cortesía de Carolina Madruga

Fomentar la creatividad de los niños

La creatividad es la forma de expresarse uno mismo, usando la originalidad y la imaginación, y aunque se piensa que para ser creativo, es necesario tener un talento innato, esto no es cierto, porque cada persona es capaz de ser creativo en un área concreta.


Asimismo la creatividad no se limita a las artes, como la música, teatro, arte, danza o escritura, si no que la creatividad es una forma de pensar y de ser, que puede expresarse en muchas otras áreas de la vida, como la ciencia, negocios o la cocina.
 

CÓMO FOMENTAR LA CREATIVIDAD EN NIÑOS


Es importante conocer el área en la cual se defiende mejor el niño y cuáles son sus habilidades, para fomentar el pensamiento creativo y las actividades más adecuadas.


Sirve de modelo creativo, tanto en la forma de pensar como de hacer las cosas, ten la mente abierta, no tengas miedo de intentar nuevas formas de hacer las cosas, sal de la rutina y sé espontáneo. También muestra al niño el tema en que estás interesado  y participa con él, para animarle a desarrollar sus intereses creativos..

Déjale tiempo libre para la creatividad; si organizas muchas actividades, pueden reprimir su libertad de crear; aunque los niños necesitan ciertas reglas, también necesitan tiempo libre para desarrollar su imaginación y espontaneidad.

Muestra interés por lo que hace el pequeño, sobre todo hazle saber que está bien, para proporcionar confianza para que sigan adelante, pero también enséñale los errores, para encontrar una solución alternativa a los problemas. No olvides alabar las ideas creativas e inesperadas

Deja que el niño te haga preguntas para satisfacer su curiosidad y aprender cosas nuevas; si no sabes  la respuesta, buscar información  juntos, haz que participe. Trata de fomentar su imaginación con él, hablando de temas o con juegos que le hagan expresar sus ideas creativas.

Trata de respetar sus ideas y mantén una mente abierta, para apoyarle a encontrar nuevas formas de hacer las cosas; y ayúdale a pensar críticamente sobre las tareas que está realizando, para que se superen a sí mismo; anímale a que intercambie sus ideas con otros compañeros para que promueva el pensamiento creativo.

Proporciónale nuevas experiencias, con documentales o excursiones donde tenga contacto con la naturaleza y pueda él mismo ser observador de primera mano.

Enséñale a ser  seguro de sí mismo y de sus ideas, que no se preocupe de ser objeto de burla por parte de sus compañeros, proporcionándole metas viables y realistas, que él mismo pueda desarrollar; esto hará que se esfuerce más cada día.


Imagen cortesía de Imagen en Acción
 

lunes, 29 de julio de 2013

EL JUEGO Y LA ESCUELA

La creatividad que se pone en funcionamiento con el juego despierta el impulso humano necesario para recrear la realidad y transformarla. Así, una varilla de madera puede convertirse en una varita mágica, en una espada o en un caballo. Ese impulso y esa fuerza creativa ¿se desaprovechan en la escuela?

    Por Graciela Valle De Vita

El juego es una actividad propia del ser humano, que adquiere diversas formas de acuerdo con cada contexto sociocultural, época y lugar. Aunque no es exclusivo de los niños, es un motor insustituible de su desarrollo.

Entre los especialistas, existen diversas posturas sobre qué es un juego, y de ellas dependerá cómo se analiza la relación entre lo lúdico y la escuela. El acuerdo acerca de su vínculo con el placer es generalizado: los chicos son felices cuando juegan y este reconocimiento justifica, sin dudas, incluir el juego en la elaboración de un proyecto educativo así como la centralidad que pueda tener en él.

Para algunos psicólogos y educadores, en tanto el juego es una actividad libre, separada de lo útil y ligada al placer y a la alegría, debe entrar en el aula como un modo de incluir placer y no como un recurso para adquirir, intencionalmente, ciertos aprendizajes. Desde esta perspectiva, concebirlo como un instrumento didáctico sería asignarle fines extrínsecos y objetivos de control.

Otros autores, en cambio, consideran que el juego es un instrumento didáctico que presenta ventajas muy específicas, como la motivación y el establecimiento de relaciones entre los jugadores, lo que, además, permitiría evaluar los aprendizajes o reconocer ideas previas.

A pesar de estas controversias, existe un acuerdo fundamental: el juego promueve el desarrollo de los chicos, es fuente de alegría y bienestar, y es importante su presencia en la escuela. Entonces, cabe preguntarse: ¿por qué en la escuela se juega cada vez menos?

Chicos y chicas des escuale primaria, con guardapolvo blanco, jugando al aire libre. En color.

¿Los grandes no juegan?

En el jardín de infantes, jugar es cosa seria. Los jardines tienen patios con juegos, areneros y toboganes, y en las salas hay espacios para juguetes, juegos y tiempos para desplegarlos. Los docentes propician momentos para el «juego libre», así como para otros más reglados a través de los cuales se aprenden algunos contenidos. Por ejemplo, jugando a las cartas o al juego de la oca, los niños pequeños se acercan a nociones de la matemática.

El pasaje a la escuela primaria marca un quiebre: los tiempos de juego se limitan, en los patios ya no hay objetos para jugar y las actividades deportivas se basan, por lo general, más en la competencia que en el disfrute. El juego, protagonista de los primeros años, empieza a ser visto como «pérdida de tiempo» en situaciones en las que hay que «ganar tiempo» aprendiendo «cosas útiles», y va desapareciendo de la escuela a medida que ascendemos en el nivel educativo.

Para la Lic. Ruth Harf, responsable del Centro de Formación Constructivista, el juego siempre es una herramienta válida para todos los niveles del sistema. «Esta afirmación parte de la convicción acerca de la importancia del juego en la vida de cualquier ser humano», dice la especialista.

En cuanto a la relación entre el juego y la descarga de la agresividad en los chicos, Harf sostiene que las actividades lúdicas ayudan a los chicos a establecer y mantener mecanismos de autorregulación en sus intercambios con los otros:

«Los juegos y deportes entre equipos llevan a cada uno de los participantes a tener en consideración a los otros, para llegar a metas compartidas. Los juegos también incluyen el respeto a reglamentos, instrucciones, los cuales hacen que las agresiones se vean reducidas, no tanto en los deseos de agredir que cada uno pueda sentir, sino en la necesidad de ponerlos de manifiesto de formas socialmente válidas, para así poder seguir siendo parte del grupo en el cual están». 

¿Y si jugamos un ratito?

Docentes y especialistas coinciden en la importancia de jugar en todas las edades, a la vez que afirman que el juego aparece cada vez menos en el ámbito de la escuela.
Luis María Pescetti, docente, músico y escritor para chicos, otorga un importante protagonismo al humor y al juego en todas sus obras. En su artículo «El verdadero valor del juego», sostiene que «el sistema tradicional de educación siempre está preocupado por ser científico, y no solo científico en general, sino por parecerse a una ciencia exacta». Para Pescetti, «de la misma manera que a los cuentos se los utilizó como vehículos de mensajes morales, a los juegos se los usa con objetivos pedagógicos». Y afirma con vehemencia: «las lecciones disfrazadas de juego son una trampa que el niño siempre reconoce. Claro que los juegos enseñan, pero es imposible traducir en palabras todo lo que ocurre en un juego, como es difícil buscar el “mensaje” de un cuento y traducirlo en palabras».

Para Pescetti, tampoco es fructífero utilizar los juegos como elementos de mero entretenimiento, de distracción, para calmar a los niños cuando el grupo está muy excitado: «Hacer esto es como utilizar un piano para sostener libros o una guitarra para leña; se puede, pero nos estamos perdiendo lo mejor».

«Un juego es una totalidad muy compleja que apunta a una infinidad de aspectos —sostiene Pescetti—. No es una herramienta de adiestramiento. Se parece más a una obra de arte: nadie ve un cuadro para desarrollar su sensibilidad al amarillo. Podríamos decir que un juego es como una obra de arte (en la mayoría de los casos: anónima y colectiva) que solo existe cuando se la practica y para quienes la practican, no para los que miran de afuera».

No hay dudas acerca de la importancia de los conocimientos y las habilidades y, sobre todo, de la facilidad con la que se adquieren en la infancia. Juego y aprendizaje pueden emparentarse. La creatividad que se enciende con el juego despierta el impulso humano necesario para recrear la realidad y transformarla.
Para Pescetti, «una actividad lúdica bien utilizada es una poderosa herramienta de cambio. Los juegos son herramientas de la alegría, y la alegría además de valer en sí misma es una herramienta de la libertad»
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viernes, 26 de julio de 2013

POLÉMICA DEFINICIÓN DE UN PEDAGOGO - FRANCESCO TONUCCI


"La misión principal de la escuela ya no es enseñar cosas"
"Internet lo hace mejor", dice Francesco Tonucci

La misión de la escuela ya no es enseñar cosas. Eso lo hace mejor la TV o Internet." La definición, llamada a suscitar una fuerte polémica, es del reconocido pedagogo italiano Francesco Tonucci. Pero si la escuela ya no tiene que enseñar, ¿cuál es su misión? "Debe ser el lugar donde los chicos aprendan a manejar y usar bien las nuevas tecnologías, donde se transmita un método de trabajo e investigación científica, se fomente el conocimiento crítico y se aprenda a cooperar y trabajar en equipo", responde.

Para Tonucci, de 68 años, nacido en Fano y radicado en Roma, el colegio no debe asumir un papel absorbente en la vida de los chicos. Por eso discrepa de los que defienden el doble turno escolar.

"Necesitamos de los niños para salvar nuestros colegios", explica Tonucci, licenciado en Pedagogía en Milán, investigador, dibujante y autor de Con ojos de niño, La ciudad

de los niños y Cuando los niños dicen ¡Basta!, entre otros libros que han dejado huella en docentes y padres. Tonucci llegó a la Argentina por 15a. vez, invitado por el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, a quien definió como "un lujo de gobernante".

Dialogó con LA NACION sobre lo que realmente importa a la hora de formar a los más chicos y dejó varias lecciones, que muchos maestros podrían anotar para poner en marcha a partir del próximo ciclo escolar.

Propuso, en primer lugar, que los maestros aprendan a escuchar lo que dicen los niños; que se basen en el conocimiento que ellos traen de sus experiencias infantiles para empezar a dar clase. "No hay que considerar a los adultos como propietarios de la verdad que anuncian desde una tarima", explicó.

Recomendó que "las escuelas sean bellas, con jardines, huertas donde los chicos puedan jugar y pasear tranquilos; y no con patios enormes y juegos uniformes que no sugieren nada más que descarga explosiva para niños sobreexigidos".

Y que los maestros no llenen de contenidos a sus estudiantes, sino que escuchen lo que ellos ya saben, y que propongan métodos interesantes para discutir el conocimiento que ellos traen de sus casas, de Internet, de los documentales televisivos. "¡Que se acaben los deberes! Que la escuela sepa que no tiene el derecho de ocupar toda la vida de los niños. Que se les dé el tiempo para jugar. Y mucho", es parte de su decálogo.

De hablar pausado y de pensamiento agudo, Tonucci transmite la imagen de un padre, un abuelo, un educador que aprendió a ver la vida desde la perspectiva de los niños. Y recorre el mundo pidiendo a gritos a políticos y dirigentes que respeten la voz de los más pequeños.

-¿Cómo concibe usted una buena escuela?

-La escuela debe hacerse cargo de las bases culturales de los chicos. Antes de ponerse a enseñar contenidos, debería pensarse a sí misma como un lugar que ofrezca una propuesta rica: un espacio placentero donde se escuche música en los recreos, que esté inundado de arte; donde se les lean a los chicos durante quince minutos libros cultos para que tomen contacto con la emoción de la lectura. Los niños no son sacos vacíos que hay que "llenar" porque no saben nada. Los maestros deben valorar el conocimiento, la historia familiar que cada pequeño de seis años trae consigo.

-¿Cómo se deberían transmitir los conocimientos?

-En realidad, los conocimientos ya están en medio de nosotros: en los documentales, en Internet, en los libros. El colegio debe enseñar utilizando un método científico. No creo en la postura dogmática de la maestra que tiene el saber y que lo transmite desde una tarima o un pizarrón mientras los alumnos (los que no saben nada), anotan y escuchan mudos y aburridos. El niño aprende a callarse y se calla toda la vida. Pierde curiosidad y actitud crítica.

-¿Qué recomienda?

-Me imagino aulas sin pupitres, con mesas alrededor de las cuales se sientan todos: alumnos y docentes. Y donde todos juntos apoyan, en el centro, sus conocimientos, que son contradictorios, se hacen preguntas y avanzan en la búsqueda de la verdad. Que no es única ni inamovible.

-¿Cuál es rol del maestro?

-El de un facilitador, un adulto que escuche y proponga métodos y experiencias interesantes de aprendizaje. Generalmente los pequeños no están acostumbrados a compartir sus opiniones, a decir lo que no les gusta. Los docentes deberían tener una actitud de curiosidad frente a lo que los alumnos saben y quieren. Les pediría a los maestros que invitaran a los niños a llevar su mundo dentro del colegio, que les permitieran traer sus canicas, sus animalitos, todo lo que hace a su vida infantil. Y que juntos salieran a explorar el afuera.

-Varias veces usted ha dicho que la escuela no se relaciona con la vida. ¿Por qué?

-Porque propone conocimientos inútiles que nada tienen que ver con el mundo que rodea al niño. Y con razón éstos se aburren. Hoy no es necesario estudiar historia de los antepasados, sino la actual. Hay que pedirles a los alumnos que se conecten con su microhistoria familiar, la historia de su barrio. Que traigan el periódico al aula y se estudie sobre la base de cuestiones que tienen que ver con el aquí y ahora. Esto los ayudará a interesarse luego por culturas más lejanas y entrar en contacto con ellas.

-¿Cómo se puede motivar a los alumnos frente a los atractivos avances de la tecnología: el chat, el teléfono celular, los juegos de la computadora, el iPod, la play station?

-El colegio no debe competir con instrumentos mucho más ricos y capaces. No debe pensar que su papel es enseñar cosas. Esto lo hace mejor la TV o Internet. La escuela debe ser el lugar donde se aprenda a manejar y utilizar bien esta tecnología, donde se trasmita un método de trabajo e investigación científica, se fomente el conocimiento crítico y se aprenda a cooperar y trabajar en equipo.

-¿Es positiva la doble escolaridad?

- En Italia llamamos a este fenómeno "escuelas de tiempo pleno". La pregunta que me surge es: ¿pleno de qué? Esta es la cuestión. La escuela está asumiendo un papel demasiado absorbente en la vida de los niños. No debe invadir todo su tiempo. La tarea escolar, por ejemplo, no tiene ningún valor pedagógico. No sirve ni para profundizar ni para recuperar conocimientos. Hay que darles tiempo a los niños. La Convención de los Derechos del Niño les reconoce a ellos dos derechos: a instruirse y a jugar. Deberíamos defender el derecho al juego hasta considerarlo un deber. .