Educación emocional de los docentes
Por Cecilia Marino
La habilidad para comunicar forma parte de la tarea de educar y se puede perfeccionar con el tiempo y la práctica.
La comunicación no verbal está compuesta por los gestos, las posturas, las miradas, los tonos de voz, y constituye un lenguaje complementario al de las palabras. Tiene más influencia que las palabras en las reacciones que nos provocamos mutuamente, pero ¿hasta qué punto somos conscientes de ello? ¿Hay coherencia entre lo que decimos con las palabras y lo que decimos con el cuerpo?
Reflexionar y atender a estas cuestiones redundará en una mayor efectividad de la comunicación con nuestros alumnos, colegas y con las familias de los alumnos.
Transmitir confianza a los alumnos
Muchas veces los docentes no somos conscientes del poder que tiene este tipo de comunicación, tanto para transmitir mensajes positivos como negativos. A través de la comunicación no verbal podemos transmitir a los alumnos que confiamos en sus posibilidades o el mensaje “¡Sé que puedes!”. Veamos algunas sugerencias:
- Cuando hayas hecho una pregunta a un alumno cuya respuesta requiera pensar, respeta el tiempo de silencio necesario hasta que conteste. Mientras esperas, míralo afectuosamente y sonríe.
- Responde a las intervenciones de tus alumnos con voz dulce y suave, para mostrarles que lo que aportan es valioso.
- Cuando un alumno esté haciendo una tarea que para él es compleja y te acercas a él, dale alguna señal de aprobación (afirmar con la cabeza, realizar un sonido de aprobación como “ajá”) aunque el resultado no sea del todo el esperado.
- Mira con atención y afecto a los alumnos que están teniendo una actitud positiva, esto hará que los demás quieran imitarlos.
- Cuando un alumno te pida ayuda individual, acércate a él, inclina tu cuerpo hacia adelante para mostrar interés, míralo con atención y háblale con voz suave y lentamente.
Mostrar liderazgo
Los docentes gastamos mucha energía en mantener cierto orden y concentración entre nuestros alumnos. A través de la comunicación no verbal, podemos transmitir la certeza de que serán escuchados y respetados o, por el contrario, podemos transmitir inseguridad y desánimo. Veamos algunas sugerencias para transmitir a los alumnos desde lo no verbal el mensaje: “confío en mí y sé lo que hago”.
- No empezar a hablar hasta que haya silencio.
- Gesticular con las manos en la zona de la cintura y el pecho (no con las manos bajas).
- Organizar con anticipación el espacio y el material para las actividades de aprendizaje.
- Pedir “tiempo” dibujando una T con las dos manos (aconsejable cuando hay mucho ruido, para no tener que levantar la voz).
- Transmitir con nuestra forma de vestirnos un grado de formalidad equivalente al que queremos que haya en la clase.
- Modular bien lo que decimos con tono, volumen y ritmo controlados.
- Mantenerse sereno, atento y con gestos abiertos con las manos. La postura de manos en ojiva muestra aplomo y asertividad.
Estimular y fortalecer la conciencia de los comportamientos no verbales nos ayudará a comunicarnos mejor.
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